CONICET Tecnologías – Modelos de transferencia de tecnología para el desarrollo y la competitividad
Reformas en el sistema educativo universitario y en el de ciencia y tecnología, exportación de modelos de clústeres, creación de ciudades dedicadas a la investigación y transformaciones en los sistemas de propiedad intelectual, fueron algunas de las propuestas planteadas en el panel denominado “Experiencias internacionales de transferencia de tecnología” del seminario CONICET Tecnologías. Participaron del mismo Alan B. Bennett de la UC Davis Innovation de la Universidad de California, Estados Unidos; Krzysztof Gulda, vicepresidente del Comité de Innovación de la European Research Area; Andrés Ycaza de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, Ecuador; y Fernando Amestoy, director del Polo Tecnológico de la Facultad de Química de la Universidad de la República y Parque Científico Tecnológico de Pando, Uruguay.
Alan Bennett, investigador, consejero y abogado en la temática de transferencia de tecnología señaló que la Universidad de California aplica desde hace 50 años el modelo de transferencia tecnológica basado en clústeres: “cada campus es un clúster donde captamos economías de escala y controlamos los riesgos”. Mencionó que una exitosa transferencia de tecnología requiere fundamentalmente una masa crítica de investigación que la respalde. “De esa forma, es posible obtener un invento por cada 3 millones de dólares de inversión”. Asimismo, añadió que se necesita contar con una cultura de innovación y liderazgo, además de una sólida infraestructura y de la generación de redes internacionales propicias para el ecosistema de innovación. Expresó que este modelo busca el desarrollo de la economía regional a través de la creación de nuevas empresas y la generación de empleo. Dijo, además, que un programa fuerte de transferencia de tecnología debe tener muy clara la distribución que hará en cuanto a la dotación de personal requerido, es decir, decidir la proporción de investigadores, abogados, especialistas en negocios o emprendedores. Eso dependerá de los objetivos de cada institución. Bennet indicó que hay pocos individuos con el perfil idóneo para desempeñarse en los clústeres. Por tal razón, UC Davis generó un programa de capacitación de alcance internacional en el que han participado ya 240 estudiantes latinoamericanos. Ver presentación de Bennett.
Por su parte, Krzysztof Gulda, brindó un panorama general sobre las transformaciones que ha vivido en los últimos 30 años el sistema de ciencia, tecnología e innovación polaco y su situación actual. Explicó que las reformas se iniciaron en 1989 cuando se impulsó a algunas universidades del este de Polonia a participar en experiencias de economía de mercado abierta. En la década de los ’90, se profundizó la base del cambio y en 2009 iniciaron la reforma y modernización institucional del sistema científicotecnológico polaco para orientarlo a la transferencia de tecnología, ya con fases de comercialización e impacto económico. Gulda subrayó el hecho de que si bien la transferencia de tecnología es una parte pequeña dentro de las políticas de innovación, es necesario entenderla en un contexto más amplio. “En Polonia vimos que las acciones separadas del contexto fallaban”. No obstante, uno de los efectos positivos de la reforma radica en el hecho de que Polonia es actualmente el mayor reservorio europeo de estudiantes en ciencias e ingenierías, lo que significa que más del 25% de los jóvenes universitarios polacos siguen estas carreras que incluyen aspectos de negocios y gestión. “Lograr esto nos llevó mucho tiempo, pero ahora contamos con programas que incentivan estas decisiones: promovemos la inserción de estudiantes mujeres en las ingenierías y becamos a los mejores alumnos en ciencias básicas y naturales para retenerlos y alentarlos”.
Gulda también hizo mención a los cambios que se efectuaron en la estructura tradicional del sistema de ciencia y tecnología que contaba Polonia conformado por la Academia Polaca de Ciencias, institutos de I+D y universidades. El nuevo sistema es encabezado por el Ministerio de Ciencia y Educación Superior, entidad que tiene un rol de suma importancia para evaluar la mejora en la calidad de investigación. De igual forma, se destaca el trabajo gubernamental para incentivar a los jóvenes investigadores para que complementen su formación en el extranjero y regresen a aportar sus conocimientos al país. La formación de científicos es crítica para revertir el efecto de las 800 instituciones de innovación, incluidos clústeres regionales, con las que cuenta Polonia, que sin la masa crítica de investigadores, produjeron resultados débiles y con poca gestión. “Se gastó mucho en laboratorios y parques tecnológicos, pero nos falta la masa de tecnología para transferir, por lo cual se requiere convocar a los mejores cuadros de los centros de transferencia”, concluyó el especialista polaco. Ver presentación de Gulda.
Experiencias ecuatoriana y uruguaya
Con el objetivo de transformar una matriz productiva excluyente y monopólica, basada en la extracción de recursos finitos, a una incluyente y democrática, basada en el uso intensivo de recursos infinitos –los conocimientos, la creatividad y la innovación- el gobierno ecuatoriano se planteó una serie de estrategias que fueron expuestas por el Dr. Andrés Ycaza, especialista en propiedad intelectual de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación del Ecuador.
Ycaza enfatizó el hecho de que “el sistema de patentes tradicional fue creado por países desarrollados y no fomentaba la inversión extranjera ni la innovación. Por tal razón, Ecuador inició una serie de estrategias para reformular esta situación”. En principio, dijo Ycaza, se creó el Ministerio de Conocimiento y Talento Humano que aglutina a toda el área de conocimiento ecuatoriano, entre ellos el Instituto de Propiedad Intelectual. Asimismo, el país lleva a cabo la construcción de Yachay, “la primera ciudad planificada para la innovación tecnológica y negocios intensivos en conocimiento creada como un ambiente universitario de investigación con participación pública y privada, y donde se convocará a investigadores de todo el mundo para convertirla en un eje de conocimiento que aporte soluciones acordes a las problemáticas de la región latinoamericana”.
Ecuador cuenta además con el programa Prometeo que implica la atracción de talentos de todo el mundo para crear nuevos proyectos de investigación y con el programa de Banco de Ideas para la creación de empresas del tipo start ups y spin off, generadas a partir de proyectos universitarios. Asimismo, mencionó la reciente reforma integral en materia de propiedad intelectual en su país, a partir del denominado Código Orgánico de Economía Social del Conocimiento e Innovación (Código INGENIOS), que busca la generación colectiva del marco normativo mediante la recuperación del sentido de lo público, libre y abierto que debe tener el conocimiento a fin de propiciar un ambiente mucho más favorable para la investigación y no patentar en la lógica que limita el desarrollo y la innovación, finalizó Ycaza.
Por su parte, el Dr. Fernando Amestoy Rosso también dio un panorama de los últimos 10 años del sistema de innovación uruguayo, que luego de la crisis del 2002 logró repuntar gracias a fuertes inversiones estatales y al tamaño del mercado del país que le permitió reaccionar más rápido. No obstante, mencionó que han enfrentado la escasa participación del sector privado para invertir en I+D y también resistencia de su planta de 3.000 investigadores para generar transferencia tecnológica, ya que hay mucho apego a la lógica de publicación de papers. Sin embargo, se han diseñado políticas similares a la región con el objetivo de a propiciar un cambio cultural y en esa línea el Estado uruguayo es el promotor de dicha transformación traccionando a empresas y universidades.
“Se ha ido construyendo un sistema de gestión profesional de innovación mediante organismos de vigilancia tecnológica, protección de la propiedad intelectual y mecanismos de comercialización”, precisó Amestoy. Agregó que se han detectado necesidades para lograr mayor participación del sector privado como la creación de instrumentos más flexibles para empresas. Dijo además que aunque aún hay una discusión entre el modelo lineal de innovación y el modelo matricial de innovación abierta, éste último se está impulsando. Por último, mencionó el hecho de que los ciclos de innovación, que duran en promedio 15 años, se enfrentan a los ciclos políticos que duran cinco años y en donde el Estado se ve compelido a atender las prioridades de utilidad social que no siempre coinciden con inversiones en la innovación. Por ello, el sistema de innovación requiere reaccionar rápido y ser socialmente útil, concluyó. Ver presentación de Amestoy.