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Prioridades en el sector productor de bienes de capital

“El potencial de desarrollo de la Argentina se medirá en la capacidad de dar una solución tecnológica a la industria de bienes de capital desde el Estado, con apoyo del sector privado, que supere la situación actual”, resumió Fernando Grasso, jefe del Departamento de Economía de ADIMRA, tras desarrollar los puntos principales del “Estudio exploratorio de prioridades en el sector productor de bienes de capital”, durante un taller de trabajo en el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTI).

La apertura del taller estuvo a cargo de Fernando Porta, quien presentó el trabajo de Grasso como una “primera selección dentro de un paneo general del sector” de bienes de capital. El objetivo general del trabajo fue identificar dentro del área, aquellos sub-sectores que tuviesen mayor relevancia para avanzar en un análisis de nicho y focalizado sobre política tecnológica sectorial.

Grasso destacó que la fabricación de bienes de capital “impacta en forma determinante sobre las funciones de producción del entramado productivo y, en consecuencia, sobre la dinámica de la economía en general”. Durante su exposición, explicó que casi el 80% de la producción mundial se concentra en solo 8 países, entre los que se destaca la irrupción de China, especialmente durante la última década. Por su parte, en Argentina la inversión creció a un ritmo del 10% anual luego de 2004 pese a cierto estancamiento en el nivel de empleo y producción tras la crisis de 2009. El sector emplea alrededor de 90 mil trabajadores, lo que representa más de un tercio del empleo metalúrgico. El experto de ADIMRA identificó diversos subsectores de bienes de capital a tener en cuenta: la producción de maquinarias para petróleo y gas; el desarrollo de proyectos en energías renovables como la construcción de represas hidroeléctricas, la energía eólica y nuclear; los proveedores para las explotaciones mineras; la industria de equipos electrónicos; la maquinaria agrícola y la destinada a la industria alimenticia.

“Las posibilidades para realizar investigación y desarrollo (I+D) en el sector son altas debido a su diversidad, pero las debilidades estructurales hacen necesario orientarse hacia una política de nicho, sin perder de vista el marco competitivo para toda la industria de bienes de capital en Argentina”, concluyó Grasso.

Tal como anticipó Fernando Porta, este estudio es solo un paso intermedio en la continuidad de un trabajo extenso, que tendrá una segunda etapa, en donde se profundizará en el análisis de los subsectores que fueron recomendados por Grasso para intervenir dentro del área de bienes de capital.