Instrumentos de apoyo a la innovación en Canadá, Francia, Chile y Brasil

Gonzalo Bernat y Nicolás Dinerstein en el taller interno CIECTI
Gonzalo Bernat y Nicolás Dinerstein en el taller interno CIECTI

El 12 de junio pasado tuvo lugar  en la sala de seminarios Dr. Aldo Ferrer el taller interno “Mecanismos tributarios para promover la I+D+i en las empresas:Análisis de experiencias regionales”, cuya presentación estuvo a cargo de Gonzalo Bernat (CIECTI) y Nicolás Dinerstein.

La justificación del estudio, explicó Gonzalo Bernat al comienzo de su exposición, radica en la necesidad de abordar ciertas dificultades que presentan los incentivos para el desarrollo de la I+D+i en la Argentina y la oportunidad de readecuación que presenta la reglamentación de la nueva ley 27.430. Entre estas cuestiones señaló  “una menor inversión que la requerida de acuerdo al ‘óptimo social’ y el sesgo de la oferta de financiamiento que no favorece a los proyectos de I+D+i”.

Bernat expuso sobre los casos de  la Ley de I+D de Chile y de la Lei do Bem de Brasil. La elección de estos países respondió a su condición de naciones con restricciones fiscales similares a las que experimenta la Argentina y que, en paralelo, muestran niveles de inversión en I+D+i privada comparativamente bajos y sesgados en favor de la adquisición de maquinaria y equipo.

El investigador destacó que “la sanción de la ley permitió un aumento significativo en la cantidad de postulaciones presentadas por las empresas para solicitar los beneficios fiscales; no obstante – agregó- se observa que el 75% de empresas chilenas que realiza I+D no accede a los beneficios de la Ley y que el 70% de las empresas que se presentaron y certificaron sus proyectos de I+D, han sido las empresas de mayor tamaño.

Respecto a la Lei do Bem de Brasil, Gonzalo Bernat describió los diversos tipos de incentivos tributarios en que está basada y el proceso para acceder al beneficio, el que culmina con una  auditoría rigurosa de los gastos y de los proyectos presentados por las empresas, que obviamente puede determinar la denegación de los beneficios solicitados. Aproximadamente el 40% de los proyectos son rechazados en una primera instancia –afirmó Bernat-  por lo cual esta tasa de rechazo genera un alto nivel de incertidumbre entre las empresas y constituye una barrera fuerte para la postulación de proyectos de I+D de las firmas.”

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil estima que  sólo entre el 15% y el 20% de las empresas que más innovan acceden a los beneficios previstos por la Lei do Bem.  Bernat señaló que esta baja utilización obedece a una serie de restricciones como el sesgo a favor del sistema impositivo de Ganancias Reales; la necesidad de tener ganancias operativas en el mismo período de realización de los proyectos; la estricta auditoría de gastos y proyectos que eleva los costos asociados a la rendición de cuentas y la falta de conocimiento profundo del instrumento.

Los casos de Canadá y Francia fueron expuestos por Nicolás Dinerstein quien describió los beneficios fiscales y los procesos  de otorgamiento en ambos países. Destacó, como rasgos de importancia en común, la posibilidad de traslado temporal del crédito fiscal y la diferenciación por tamaño de empresa.  Dinerstein refirió que “en Canadá los beneficios anuales otorgados alcanzan a los U$ 2.000 millones en el período 2016/17, una cifra que representa el 0,13% del PBI y un universo de 21.000 empresas.”

Para el caso francés señaló las facilidades otorgadas a las empresas para la imputación de gastos –a los fines del beneficio impositivo- en contratos con universidades y centros de investigación, así como los contratos por tiempo indeterminado de doctores. Mencionó como hecho saliente que  “en 2008 el crédito fiscal a la investigación pasó a funcionar  bajo un esquema basado en volumen. El notable aumento de la financiación que esta decisión trajo aparejado tuvo el objetivo de limitar la deslocalización de las actividades de I+D.” Por último Dinerstein indicó que “el beneficio alcanza actualmente a unas 23.000 empresas por un monto total de 7.000 millones de dólares; es detacable que el 93% de las firmas beneficiarias son  pymes de menos de 250 empleados, en tanto que se registraron más de 165.000 investigadores directamente involucrados en el sistema.”

A partir del estudio de las cuatro experiencias internacionales mencionadas, se detectaron algunas “buenas prácticas” en materia de incentivos tributarios que podrían replicarse para nuestro país: 1) la presentación de los proyectos y de los gastos realizados suele concretarse ex–post a su ejecución, de modo de que la percepción de los incentivos tributarios se torne automática; 2) los beneficios están habitualmente vinculados al volumen de I+D realizado por las empresas; 3) el instrumento con mayor adopción es el crédito fiscal, frecuentemente acompañado por desgravaciones fiscales (e incluyendo la amortización acelerada); 4) la adopción de variantes como el carry-forward, los reembolsos y el otorgamiento de mayores incentivos a las PyMEs es una práctica habitual; 5) la implementación de un procedimiento de solicitud en línea y de tipo one-stop – es decir, en el que sólo se deba rendir cuentas ante una única agencia gubernamental – constituye otro rasgo en común.